A medida que la tecnología mejora los materiales y los diseños de los lentes de contacto, los usuarios se benefician con la mayor flexibilidad y cantidad de opciones. Cada vez es más fácil elegir lentes de contacto que se adapten a nuestro estilo de vida, como los lentes de contacto de uso prolongado, que se pueden llevar puestas durante más tiempo, incluso mientras dormimos.
¿Cómo puede saber si los lentes de contacto de uso prolongado son adecuados para ti? A continuación te ofrecemos una descripción de los lentes de contacto de uso prolongado y explicamos los puntos que se debes considerar a la hora de evaluar si son adecuadas para ti o no.
¿Qué son los lentes de contacto de uso prolongado?
Los lentes de contacto de uso prolongado son en general lentes de contacto que se pueden llevar puestos de manera continua durante un máximo de seis noches y siete días. Con la llegada de los lentes de hidrogel de silicona, que permiten que el oxígeno se transmita mejor al ojo a través de la lente, ahora hay incluso lentes de contacto de uso continuo que se pueden utilizar hasta 30 días seguidos.
El principal criterio que se debe evaluar en unos lentes de contacto de uso prolongado es la permeabilidad al oxígeno. Mientras dormimos, la única forma para que la córnea reciba el oxígeno que necesita para mantenerse sana es a través de los vasos sanguíneos de los párpados.
¿Debo llevar lentes de contacto de uso prolongado?
Aunque los nuevos materiales de los lentes, sobre todo los hidrogeles de silicona, permiten transmitir altos niveles de oxígeno al ojo, todos los lentes de contacto bloquean de algún modo la circulación. A continuación exponemos algunas consideraciones que debe tener en cuenta a la hora de evaluar si los lentes de uso prolongado son adecuados para ti.
Ventajas de los lentes de contacto de uso prolongado
Los lentes de contacto de uso prolongado pueden ser muy útiles para:
- Personas con un estilo de vida no rutinario o muy activo
El personal militar o los amantes de las actividades al aire libre, que no siempre pueden limpiar o cuidar sus lentes como corresponde, también se benefician con este tipo de lentes que se pueden llevar puestas durante largos periodos de tiempo. Este también sería el caso de los trabajadores de servicios de emergencias o por turnos - Personas con anomalías en la visión binocular
Algunos problemas de la visión binocular, como la ambliopía, se tratan mejor con una corrección continua de la visión - Personas que tienen visión especialmente deficiente
Para algunos usuarios con errores refractivos importantes (miopía, hipermetropía o astigmatismo) puede resultar muy útil poder ver claramente en todo momento, especialmente cuando se despiertan repentinamente por las noches
Riesgos y otras consideraciones
El mayor riesgo de los lentes de contacto de uso prolongado es la infección, que puede causar ceguera. Otros riesgos incluyen la neovascularización corneal (en la que los vasos sanguíneos del ojo crecen hacia el iris al intentar reponer desesperadamente la falta de oxígeno), inflamación e irritación.
A continuación describimos algunas formas de reducir estos riesgos:
- Cuando sea posible, retírate los lentes de uso prolongado antes de ir a dormir
- Retírate los lentes de contacto para nadar o límpialos después de nadar
- No manipules los lentes de contacto sin haberte lavado las manos
- Evita fumar y otras condiciones de mala calidad del aire
- No utilices lentes de contacto vencidos
- Sigue todas las instrucciones de tu especialista y del fabricante de los lentes de contacto
¿Cuáles son los mejores lentes de uso prolongado para mí?
El tiempo que puede llevar los lentes de contacto depende de dos factores: el tipo de lente y la evaluación que tu especialista haya hecho de la tolerancia de sus ojos al uso de los lentes durante la noche.
Es extremadamente importante que consideres los pros y los contras de los lentes de uso prolongado con tu especialista, quien también se encargará de hacer un seguimiento durante el periodo de adaptación para asegurarse de que los lentes son adecuados para ti.
Cuando se te irriten los ojos, se te pongan rojos o dejes de ver bien, deberás quitarte los lentes de contacto. Por último, comenta siempre al especialista cualquier cambio o problema que detectes.