Si alguna vez has observado un bebé llorando, o simplemente alguna película dramática, habrás observado cómo las lágrimas resbalan a borbotones por el rostro.

Sin embargo, también tenemos otros conductos, que reciben el nombre de conductos nasolagrimales o conductos lagrimales, que drenan las lágrimas por la nariz. Estos conductos de drenaje son el motivo por el que moqueamos al llorar o cuando nos lloran los ojos por una reacción alérgica.

Cuando estos conductos lagrimales se obstruyen, surgen complicaciones. Analicemos cuáles son las causas de la obstrucción de los conductos lagrimales, qué sucede y cómo se puede solucionar el problema.

¿Por qué se obstruyen los conductos lagrimales?

Los conductos lagrimales se pueden obstruir por muchos motivos.

Obstrucción congénita: el 20% de los recién nacidos llega al mundo con los conductos obstruidos. Esto podría deberse a la falta de desarrollo de los conductos, a conductos anormales o a problemas de desarrollo en la estructura de la cara y el cráneo.

Estrechamiento de los conductos con la edad: a medida que envejecemos, los conductos lagrimales pueden estrecharse, y esto aumenta las probabilidades de que se obstruyan.

Infección e inflamación: las infecciones e inflamaciones de los conductos lagrimales, los ojos y la nariz pueden producir la obstrucción de los conductos. La propia obstrucción de los conductos lagrimales también puede ser causa de infección e inflamación.

Lesiones y traumatismos faciales: cualquier lesión que afecte los conductos lagrimales o la estructura ósea que los rodea puede provocar su obstrucción.

Tumores, quistes y cálculos: la obstrucción de los conductos lagrimales también puede deberse a la presencia de tumores y otros pólipos.

Como habrás observado, la obstrucción de los conductos lagrimales presenta diversos síntomas que también pueden indicar otros problemas subyacentes. Consulta siempre a tu especialista cuando tengas cualquier problema en los ojos para recibir atención temprana.

Síntomas de la obstrucción de los conductos lagrimales

Son diversos los síntomas que pueden presentarse debido a la obstrucción de los conductos lagrimales o a las infecciones que dicha obstrucción puede producir. Por ejemplo:

  • Ojos llorosos y lagrimeo excesivo
  • Inflamación e infecciones recurrentes (la infección puede ser tanto causa como efecto de la obstrucción del conducto lagrimal)
  • Acumulación de moco y moqueo excesivo
  • Dolor e hinchazón de la esquina interior de los ojos
  • Visión borrosa
  • Lágrimas con sangre

El especialista podrá realizar las pruebas necesarias para comprobar si sus conductos lagrimales drenan correctamente y te ayudará a evaluar las opciones de tratamiento.

Tratamiento de los conductos lagrimales obstruidos

La mejor forma de tratar la obstrucción de los conductos lagrimales depende del motivo que causa la obstrucción. Los especialistas recomiendan probar primero con las opciones menos invasivas, y te recomendarán la mejor opción para ti y te indicarán si es necesario considerar otras opciones.

A continuación describimos algunos métodos de tratamiento comunes para la obstrucción de los conductos lagrimales.

Obstrucción de los conductos lagrimales en lactantes

En muchos recién nacidos, la obstrucción de los conductos lagrimales desaparece por sí sola durante su primer año de vida. Sin embargo, hay casos en los que es necesario aplicar un tratamiento. El primer método para tratar la obstrucción de los conductos lagrimales en los lactantes requiere un tratamiento que conlleva la dilatación (ligera apertura del conducto), la introducción de una sonda y la irrigación. Si estas medidas no funcionan, los especialistas a veces insertan una especie de globo inflable para dilatar más los conductos.

Obstrucción de los conductos lagrimales en adultos

La obstrucción de los conductos lagrimales en adultos normalmente es un signo de estrechamiento de los conductos o de otros problemas que no se resuelven por sí solos. La primera opción de tratamiento es la misma que la empleada en los bebés: dilatación, sonda e irrigación.

El implante de un stent o intubación, en el que se inserta un tubo que mantiene el conducto lagrimal abierto, es una opción quirúrgica para los casos que no responden al tratamiento menos invasivo.

Como siempre, no olvides consultar a tu especialista si presentas síntomas o tienes alguna duda. El trabajo de tu especialista consiste en comprobar regularmente que tus ojos no presentan ningún problema, pero también en evaluar otras complicaciones que pueden surgir entre los exámenes de rutina para poder identificar las mejores opciones de tratamiento.

Nada de lo publicado en este artículo constituye un consejo médico ni pretende sustituir las recomendaciones de un profesional de la medicina o salud visual. Si tienes preguntas específicas, consulta a tu profesional de la visión.
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