Si tienes más de 40 años, probablemente habrás empezado a notar que te gustaría tener los brazos más largos para poder leer sin problemas el menú de un restaurante o el periódico. Si es así, bienvenido al mundo de la presbicia conocida como vista cansada.

En resumen, la presbicia es un trastorno ocular que nos afecta a todos cuando llegamos a la edad de 40 a 45 años. En ese momento, los objetos cercanos empiezan a difuminarse.

Para poder leer un libro correctamente, tenemos que a-l-a-r-g-a-r los brazos todo lo posible para separarlo de los ojos. Evidentemente, solo podemos alargar los brazos una cierta distancia.

Por lo tanto, ¿qué podemos hacer para corregir la presbicia? ¡Sigue leyendo!

Definamos mejor qué es exactamente la presbicia

Como hemos dicho, la presbicia afecta a todo el mundo, sin excepciones, a una determinada edad.

Es un trastorno común y, por suerte, fácilmente corregible. Pero probablemente te preguntes cuáles son las causas para que la presbicia aparezca en la cuarentena. En seguida te daremos la respuesta.

En nuestros ojos, justo detrás del iris, se encuentra el cristalino. El cristalino ayuda a refractar o desviar la luz que entra en el ojo y pasa a la retina. Podemos compararlo con el objetivo de una cámara que se ajusta para enfocar. A medida que envejecemos, el cristalino pierde su elasticidad, pérdida que va empeorando hasta que cumplimos los 60 y tantos. Esto hace que el ojo no pueda enfocar igual de bien que lo hacía cuando éramos más jóvenes.

Probablemente también te preguntes si existe algún ejercicio ocular para la presbicia que podamos hacer para evitar que esto ocurra.

Desgraciadamente, no.

Pero sí podemos tomar medidas una vez que el problema se presenta.

Cómo corregir la presbicia

Si tu o algún miembro de tu familia presenta síntomas como los de la presbicia –visión borrosa o dificultad para enfocar objetos cercanos– deben consultar a un especialista.

Ten en cuenta que, si la persona en cuestión no tiene más de 40 años, no tendrá presbicia. Es posible que, por ejemplo, tenga hipermetropía. Los síntomas pueden ser similares, pero el problema es diferente. (Lea más información sobre la hipermetropía). El astigmatismo también podría ser una posibilidad.

Si tienes la seguridad de que sufres presbicia, es hora de examinar las opciones disponibles para corregirla.

Gafas para la presbicia

Dependiendo del grado, es posible que solo tengas que ponerse unas gafas para leer. Ese es el motivo por el que mucha gente se refiere a este tipo de gafas como “gafas de lectura”. Pero, ¿qué puede hacer si no quiere ponerse las gafas en público? También puede considerar:

Lentes de contacto para la presbicia

Los lentes de contacto multifocales pueden ayudarte a leer objetos cercanos y lejanos, de forma que no tendrás que utilizar las gafas. Los lentes de contacto modernos de hidrogel de silicona son mucho más cómodos que las que había hace una década.

Cirugía de la presbicia

También hay opciones quirúrgicas que puedes considerar para corregir este problema. La cirugía LASIK o CK (queratoplastía conductiva) puede ser una solución de monovisión para la presbicia. Básicamente, esta técnica corrige un ojo para que pueda enfocar de lejos y el otro para que pueda enfocar de cerca.

¿Suena extraño? En realidad no lo es.

Si volvemos a utilizar la analogía de la cámara, es como si utilizásemos dos objetivos: un teleobjetivo para lejos y un objetivo macro para los objetos pequeños que vemos de cerca. También hay lentes de contacto monovisión para la presbicia que hacen esto mismo.

No te deprimas por los problemas de visión de la presbicia. Nos pasa a todos y, como hemos visto, disponemos de varias opciones para corregirla. Si tienes más de 40 años y no sabes si tienes presbicia, pide cita con su optometrista lo antes posible.

Este problema suele empeorar y no tienes por qué soportar los dolores de cabeza y las dificultades que acarrea la visión borrosa. Toma medidas para ver con claridad el mundo hoy mismo.

Nada de lo publicado en este artículo constituye un consejo médico ni pretende sustituir las recomendaciones de un profesional de la medicina o salud visual. Si tienes preguntas específicas, consulta a tu profesional de la visión.
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